La mejorada, Castilla en estado puro
Entramos en La Mejorada como quien retrocede en el tiempo. Tanta calma se respira que no nos hubiera sorprendido que nos recibiera un monje, pero es Paloma quien lo hace con ganas de contarnos la larga y rica historia de la finca mientras recorremos despacio sus instalaciones: la casa del peregrino, el palomar que antes fue molino, la preciosa capilla mudéjar y el antiguo claustro donde se encuentra ahora la bodega.
Todo restaurado por la experta mano del arquitecto navarro Rafael Moneo, actual propietario, que ha sabido mantener y reflejar el espíritu austero de Castilla con sorprendente maestría.
Paloma nos tiene absortas con sus explicaciones de las idas y venidas de la finca y sus ocho siglos de avatares. Tanto que casi olvidamos el motivo de nuestra visita que no es otro que probar el vino de La Mejorada.
De nuevo sorpresas, estamos en territorio de Rueda, pero La Mejorada solo da vida a variedades tintas tan apetecibles como Syrah, Merlot, Malbec y Cabernet Sauvignon, además de Tempranillo. Villalar, Las Cercas, Las Norias y Tiento, todos ellos reivindican en su etiqueta el pasado y el presente de La Mejorada, y en la copa dan fe de la destreza de Álvaro Bernardo, el enólogo, que se ha propuesto exprimir la esencia de la finca en cada botella. Como la cata es siempre subjetiva, a mí se me antoja que la esencia está en Las Cercas, austero y elegante, y a la vez tan expresivo.
El colmo de la visita es rematarla con un maridaje con bombones elaborados para la ocasión. Otro motivo más para visitar La Mejorada.
La Mejorada, Vino de la Tierra de Castilla y León